Hola, mi nombre es Guadalupe, y con mucha humildad les comparto mi historia, esperando que Dios toque corazones solidarios.
Hace un año, sufrí la pérdida más devastadora de mi vida: el asesinato de mi hija. Desde entonces, he vivido con una profunda depresión que ha afectado seriamente mi salud emocional, física y espiritual. El impacto fue tan grande que poco después tuve que someterme a una cirugía a corazón abierto para que me colocaran un marcapasos. Esta cirugía fue necesaria para mantenerme con vida.
Además, sufro de convulsiones, lo cual ha hecho aún más difícil mi recuperación y me impide trabajar o llevar una vida normal.
Antes de todo esto, tenía un pequeño negocio desde casa que me ayudaba a sostenerme junto con mi esposa, Luz, pero debido a mi estado de salud y la depresión, tuve que cerrarlo. Ese negocio era nuestro único sustento.
Hace solo dos meses, también tuve que someterme a una cirugía de espalda. Aún estoy en recuperación, con movilidad limitada, dolor constante y visitas médicas frecuentes.
Hace unas semanas, además, sufrí una fuerte caída: perdí el equilibrio y me golpeé la cabeza. Gracias a Dios, y a que llevaba mi Biblia conmigo, la mesa no me cortó la parte de atrás de la cabeza. Fue un milagro. Mi esposa Luz me llevó de emergencia al hospital, pero el seguro no cubrió todos los gastos. Lo mismo ha ocurrido con varios estudios médicos recientes.
Estoy haciendo arreglos con los especialistas para pagarles poco a poco ($20 o $40 al mes), pero lo que recibo del seguro de discapacidad ya no me alcanza para cubrir ni siquiera los gastos básicos del hogar.
Mi esposa Luz también está atravesando una situación complicada. Fue operada recientemente para removerle la matriz, y lleva varios meses sin poder trabajar. Toda la carga económica ha recaído sobre mí, y sinceramente ya no puedo más.
Por todo esto, acudo a ustedes con humildad y esperanza. Cualquier ayuda por pequeña que sea será una gran bendición para nosotros. Les agradezco profundamente por tomarse el tiempo de leer mi historia.
Que Dios les bendiga y multiplique su generosidad.
Con gratitud,
Guadalupe