Él es José de Jesús Galán Iñiguez, mi esposo. El hombre más especial, valiente, amoroso y protector.
Desde hace poco más de 3 años, nuestra vida dio un giro de 180 grados al ser diagnosticado con un linfoma no hodgkin anaplásico de células T en el mediastino. El tumor, por su tamaño, estaba colapsando su pulmón izquierdo y eso, le imposibilitaba respirar. Durante este tiempo, se ha sometido a diferentes tratamientos que, si bien, han ayudado un poco, no han dado los resultados esperados.
Jesús, es el mejor esposo, hijo, hermano, cuñado, yerno, primo y amigo del mundo. Siempre ha mostrado una buena cara y actitud positiva pese a las noticias que hemos recibido a lo largo de este tiempo. Es el tipo de persona que siempre quieres conservar en tu vida, reír, atesorar momentos y disfrutar cada momento.
Las cosas no han ido como las habíamos imaginado, su cuerpo ha presentado 2 lesiones cancerígenas más. Pero sabemos que pronto tendremos noticias formidables.
A causa de su último tratamiento, del cual recibió 2 quimioterapias, su cuerpo presentó complicaciones. Nos vimos en la necesidad de llevarlo a urgencias del Hospital México Americano, donde lo habían atendido anteriormente y la situación no pintaba nada bien. Tuvo qué ser ingresado inmediatamente a cuidados intensivos. Su riñón estaba comprometido, su médula tuvo repercusiones y ha requerido transfusiones de plaquetas y sangre. Fue necesario que un cardiólogo, una nefróloga y su hematólogo trabajaran en conjunto para que comenzara a haber mejoría. Lamentablemente, su seguro de gastos médicos llegó a su tope en este “siniestro” que forma parte de sus tratamientos para el cáncer y los gastos se han acumulado volviéndose insostenibles.
Si está en tus posibilidades y deseas apoyarnos con cualquier cantidad, dejamos este medio y queremos que sepas que ese granito de arena hará una diferencia en todos los sentidos. Sabemos que no siempre se puede, y créenos que tus oraciones son vitales en estos momentos.
Si conoces a Jesús, sabes lo valioso que es nuestras vidas y lo mucho que valora a las personas que lo rodean. En éste camino que hemos recorrido, Dios ha puesto ángeles con los que siempre estaremos profundamente agradecidos y tú, al leer esto con empatía y ayudar de la forma que sea, eres uno de ellos.
Que Dios siempre te bendiga, a ti y a los tuyos, que la salud jamás falte en tu vida y que llegue a ti todo aquello que anhelas.