Help us support Ana in her toughest fight.
This is Ana, my mom. A brave, kind, and light-filled woman, she is facing the toughest battle of her life: cancer.
A while ago, she was diagnosed with breast cancer. She underwent two surgeries and 30 intense radiation therapy sessions. Despite everything, I never lost hope. Her smile and strength remained intact.
But in January of this year, we received the devastating news: the cancer had metastasized to her liver and bones. Even so, Ana didn’t give up. She underwent chemotherapy and radiation therapy again, with faith and determination. On June 3, her health deteriorated rapidly. She was hospitalized with severe abdominal pain, and on June 5, doctors confirmed what we feared most: the cancer had spread throughout her body. They told us there is no curative treatment, only palliative care.
Despite the prognosis, we do not lose faith. Ana still feels she has so much left to do, so much left to live, so much left to share. As her daughter, I have decided to be by her side 24/7, supporting her with love, strength, and hope. I left my job on June 8th to care for her and attend to all her needs. But the financial responsibilities continue: medical bills, medications, transportation, food, and more. It’s all become overwhelming.
That’s why I created this campaign. We need your help. Not just financially, but we also welcome your prayers, your well-wishes, and your loving, positive energy. Every gesture counts.
Ana doesn’t deserve to go through this alone. And I can’t do it without your support.
Thank you for reading, sharing, and helping. From the bottom of my heart.
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Ayúdanos a apoyar an Ana en su lucha más difícil.
Ella es Ana, mi mamá. Una mujer valiente, amable y llena de luz, enfrenta la batalla más difícil de su vida: el cáncer.
Hace un tiempo, le diagnosticaron cáncer de mama. Se sometió a dos cirugías y 30 intensas sesiones de radioterapia. A pesar de todo, nunca perdí la esperanza. Su sonrisa y su fuerza permanecieron intactas.
Pero en enero de este año, recibimos la devastadora noticia: el cáncer había hecho metástasis en el hígado y los huesos. Aun así, Ana no se rindió. Se sometió de nuevo a quimioterapia y radioterapia, con fe y determinación.
El 3 de junio, su salud se deterioró rápidamente. Fue hospitalizada con un fuerte dolor abdominal, y el 5 de junio, los médicos confirmaron lo que más temíamos: el cáncer se había extendido por todo su cuerpo. Nos dijeron que no hay tratamiento curativo, solo cuidados paliativos.
A pesar del pronóstico, no perdemos la fe. Ana todavía siente que le queda mucho por hacer, mucho por vivir, mucho por compartir. Como su hija, he decidido estar a su lado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, apoyándola con amor, fuerza y esperanza.
Dejé mi trabajo el 8 de junio para dedicarme por completo a cuidarla. Pero las responsabilidades financieras continúan: facturas médicas, medicamentos, transporte, comida y más. Todo se ha vuelto abrumador. Por eso creé esta campaña. Necesitamos su ayuda. No solo económicamente, sino también agradecemos sus oraciones, sus buenos deseos y su energía amorosa y positiva. Cada gesto cuenta.
Ana no merece pasar por esto sola. Y no puedo hacerlo sin su apoyo.
Gracias por leer, compartir y ayudar. De todo corazón.
